Me encanta ser Agente de Patentes. Para mí, descubrir todo tipo de nuevas tecnologías y escribir sobre ellas es un trabajo fantástico. Poder alternar entre diferentes disciplinas técnicas es muy gratificante y alimenta mi curiosidad sin fin. Un día puedo estar estudiando minuciosamente los planos de ingeniería de un invento mecánico, y al día siguiente estudiar los algoritmos de las aplicaciones de software de piloto automático y familiarizarme con la interesante física y las matemáticas que los sustentan.
Para mí, la mejor parte de mi trabajo es su parte más central: aprender sobre las invenciones de los clientes, comprender sus necesidades y luego encontrar soluciones juntos. Se puede ser muy académico en este trabajo y muy bueno en la comprensión y descripción de las invenciones, pero ser un buen agente de patentes también implica tener ingenio y visión comercial. Se trata de pensar en el futuro y gestionar un proceso que sea asequible para el cliente y que, al mismo tiempo, ofrezca la mejor protección para su propiedad intelectual.
Por ejemplo, hace poco trabajé con una empresa que quería expandirse a un nuevo sector con un producto que había desarrollado. Al debatir sobre su diseño, me entusiasmó ver tantas innovaciones diferentes que ofrecían ventajas sustanciales sobre cualquier otra cosa en el mercado. Existía la posibilidad de presentar varias solicitudes de patente desde el principio, lo que supondría unos costes considerables en un proyecto que no generaría ingresos durante muchos meses. Para gestionar estos costes iniciales, propuse una estrategia en la que agrupásemos las invenciones en solo dos solicitudes, de forma que se ofreciera la oportunidad de presentar más solicitudes de patente para cubrir las distintas innovaciones una vez que el producto empezara a generar ingresos, una estrategia que fue bien recibida por el cliente.
Mi formación es en Física, tanto a nivel de licenciatura como de doctorado. También he desarrollado una experiencia particular en el sector aeroespacial, trabajando inicialmente como agente in-house de patentes para BAE Systems, donde gestioné la cartera de patentes de sus centros de I+D. He seguido trabajando en este campo desde que me incorporé a Boult.
Mi práctica es variada. He tenido el placer de participar en todo tipo de invenciones de alta tecnología, eléctricas y mecánicas, junto con invenciones relacionadas con programas informáticos y métodos comerciales. Además, tengo amplia experiencia en procedimientos orales, y me encanta el reto de tener que presentar argumentos oralmente y pensar con los pies en la tierra.
He colaborado en Concise European Patent Law, un comentario sobre el Derecho europeo de patentes publicado por Kluwer Law International como uno de sus cinco volúmenes Concise IP.